.

martes, marzo 14, 2006
pronóstico de
abril

Primero

Desde hace ocho meses la tristeza inunda todos los rincones de mi cuerpo, me sumerjo lentamente en un mar de dudas, miedos y lágrimas. Me siento tan triste que llego a compadecerme de mi misma. Hoy no tengo fuerzas excepto para escribirte, en un último intento de que estas palabras lleguen a ti.

En mi vida, como supongo en la del resto de la humanidad, hay temporadas tristes, otras muy alegres, algunas rozan la indiferencia, hay temporadas que ilusionan y otras que decepcionan. Algunas apenas dejan un ligero sabor agridulce al final del paladar... ésta, quizás, está durando demasiado.

Siento que no tengo ilusión por nada, me siento más conformista que nunca, a pesar de que lo que hago no me gusta. Sé que estoy desesperada, no me niego a reconocerlo, yo también me asusto de mis pensamientos. Anoche me sorprendí ideando mi propia muerte, busca posibles soluciones rápidas a este martirio. Al llegar a este punto, mi yo cuerdo se despertó de pronto, y pude reaccionar a tiempo y convencerme de la locura que estaba imaginando. Pero algo dentro de mí me impulsa a seguir fingiendo mi final y dudo de si podré mantenerlo distante.

Ahora estoy más relajada, desde que he empezado a escribir he dejado de llorar, tú me ayudas a calmarme, solo con saber que tus pupilas se posarán sobre estas letras ya siento algo de alivio. Tengo que buscar una razón para continuar, para no cometer un fallo del que no pueda regresar.

Hace unos años solía jugar a encender cerillas, me gustaba contemplarlas arder y luego matarlas poco a poco con un leve soplido, porque ninguna cerilla es igual a otra, ninguna vuelve a revivir, ninguna llama dura eternamente. Hoy tengo mi propia cerilla, ¿crees que podrás encender esa llama y mantenerla incandescente?

This page is powered by Blogger. Isn't yours?